Cuando se trata de la salud venosa, hay mucha verdad en el viejo adagio, “eres lo que comes”. Tomar las decisiones dietéticas correctas puede ayudar a prevenir el desarrollo de nuevas venas varicosas y / o arañas vasculares, o evitar que los problemas relacionados con las venas empeoren. Si tiene una predisposición genética a la enfermedad de las venas, siga estos consejos para mantener su dieta lo más amigable posible.

Ponte colorido
Siempre es una buena idea abastecerse de productos coloridos, especialmente si tiene una afección venosa. Las frutas y verduras están llenas de bioflavinoides, que proporcionan antioxidantes, reducen la inflamación, estimulan el flujo sanguíneo en todo el cuerpo y fortalecen el tejido conectivo. Estas opciones bajas en calorías y ricas en fibra también evitan el aumento de peso, algo estrechamente relacionado con el desarrollo de venas varicosas.

Cargue su plato con una amplia gama de opciones sabrosas como fresas, coles de Bruselas, brócoli, ajo, berenjenas, mango, naranjas, espárragos, espinacas y pimientos. Trate de comerlos crudos siempre que sea posible, ya que los productos crudos retienen más vitaminas y nutrientes.

No demasiado salado
Los alimentos salados resultan en una mayor retención de agua, lo que ejerce una presión excesiva sobre las venas varicosas. Reducir el consumo de sodio puede ayudarlo a resolver este problema, pero hacerlo podría ser complicado, ya que el sodio es un ingrediente tan común.

Puede evitar fácilmente el exceso de sal al verificar los datos nutricionales de cualquier alimento envasado, pero si no están disponibles, recuerde que los alimentos comunes como los hot dogs y la pizza generalmente se rellenan con él, junto con la mayoría de los alimentos encurtidos, enlatados y procesados.